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Foto del escritorAna Valeria Capeles Rivera

El daño del pasado afecta mi futuro.

Hagamos una visualización del niño aquel vs el niño de ahora.



Imagínate en tu habitación jugando, visualiza tu alrededor, la cama, los cuadros, los colores de la pared,tus juguetes etc. Y ahora visualiza abriendo la puerta de esa habitación y viendo un niño cabizbajo, triste, deprimido jugando sin alegría. #Terapia #Sanación

¿Para qué sirve esto?

Para sanar.


Ahora puedes comprenderle, besarle, abrazarle, darle protección, apoyo, amor… Hazlo, trátate como te hubiera gustado que te trataran en la niñez. Dale cariño y comprensión, abrázalo fuerte y dile que a partir de ahora estará a salvo, que lo cuidarás y aceptarás como se merece. Juega con él, abrázale, dile que lo amas, sonríe, bésale... trátalo como te hubiera gustado que te traten.


Casi el final, pues ahora

Cuando ya tu niño interior se sienta motivado y alegre, retírate de la habitación. Déjalo allí a salvo y despídete de él, diciéndole que cada vez que lo necesite irás a ayudarle, a comprenderle y a darle amor.



Los adultos con el niño interior dañado se reprimen cuando desean hacer cosas propias de la infancia. Desean dar una imagen correcta, seria, de adultos.





Los adultos con hijos pueden volver a divertir a su niño interior cuando juegan con sus hijos, quién no ha oído aquello de que “al padre le gustan más los videojuegos que al hijo…”, ''Tengo dos hijos ahora'' En cambio, las personas adultas sin hijos, se reprimen más a la hora de hacer cosas propias de la infancia. Lo cierto es que no hay nada más saludable que dejar que tu niño interior sea espontáneo.


No lo reprimas, la edad adulta también necesita de vez en cuando sacar esa parte divertida.

“El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices.” -Oscar Wilde

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No te arrepentiras del proceso de aceptación y superación de tu niño interior.

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