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Terapia Infantil

Pautas de crianza en niños

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La disciplina positiva (pautas de crianza) es un modelo educativo que permite mostrar a los padres como entender el comportamiento de los hijos y poder abordar de una manera asertiva sus actitudes de mala conducta, para conseguir guiarlos mediante la crianza positiva, respetuosa, afectiva y firme. 

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Este modelo educativo se basa en la buena comunicación, en el trato con amor, el respeto. Es un modelo que ayudara a los padres a disfrutar de unas mejores relaciones familiares, les brindara conocimientos para entender el comportamiento de sus hijos y cómo reaccionar ante situaciones que no son adecuadas, guiados por el respeto mutuo y enseñando al niño habilidades que son básicas para la vida.

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Las pautas de crianza desempeña un papel fundamental en el desarrollo y bienestar de los niños. Establecer una pauta de crianza adecuada y consistente proporciona estructura, límites y apoyo emocional necesario para que los niños crezcan y se conviertan en adultos saludables y felices. Aquí te presento algunas formas en las que la pauta de crianza puede ayudar a los niños:

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  1. Establecimiento de límites: Una pauta de crianza clara y consistente ayuda a los niños a comprender qué comportamientos son aceptables y cuáles no lo son. Esto les brinda un sentido de seguridad y les enseña a respetar las normas y límites sociales.

  2. Promoción de la seguridad emocional: Una pauta de crianza amorosa y afectuosa proporciona un entorno seguro y estable para los niños. Esto les permite desarrollar una base sólida de confianza en sí mismos y en los demás, lo que influye en su capacidad para establecer relaciones saludables en el futuro.

  3. Fomento de la autonomía y la responsabilidad: Una pauta de crianza equilibrada permite a los niños desarrollar habilidades para tomar decisiones adecuadas a su edad y asumir responsabilidades gradualmente. Esto les ayuda a desarrollar una sólida autoestima y confianza en sus propias habilidades.

  4. Enseñanza de habilidades sociales: La pauta de crianza puede enseñar a los niños habilidades sociales importantes, como el respeto, la empatía y la comunicación efectiva. Estas habilidades les ayudarán a relacionarse de manera positiva con los demás y a resolver conflictos de manera constructiva.

  5. Promoción del desarrollo cognitivo y emocional: Una pauta de crianza estimulante proporciona oportunidades para que los niños desarrollen su intelecto, creatividad y habilidades emocionales. Esto puede incluir actividades como la lectura, el juego imaginativo y la expresión de emociones de manera saludable.

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Es importante destacar que cada niño es único y requiere una pauta de crianza adaptada a sus necesidades individuales. Además, la comunicación abierta, el amor incondicional y el apoyo emocional son aspectos fundamentales de cualquier pauta de crianza exitosa.

Las pautas de crianza en niños es brindada por:

Estrés postraumático en niños

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La terapia del trauma ofrece a los niños la oportunidad de compartir sus sentimientos sintiéndose seguros, explicar lo que han vivido y recibir apoyo. En la terapia, los niños aprenden habilidades de afrontamiento y de relajación que los ayudan a gestionar la ansiedad que sienten debido al trauma. Esto les facilita que puedan hablar sobre lo que han vivido. A través de la terapia, los niños aprenden a reformular algunos de sus pensamientos sobre el trauma. Aprenden a despojarse de la culpa y/o de la vergüenza sobre lo que vivieron.

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El estrés postraumático en niños es una respuesta emocional y psicológica a eventos traumáticos, como abuso, violencia, desastres naturales o accidentes graves. Si sospechas que un niño está experimentando estrés postraumático, es importante buscar ayuda profesional de un terapeuta o psicólogo especializado en el tratamiento de trauma infantil. Aquí hay algunas estrategias generales que pueden ayudar a trabajar el estrés postraumático en niños:

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  1. Crear un entorno seguro: Es fundamental proporcionar un entorno seguro y estable para el niño. Asegúrate de que se sienta protegido física y emocionalmente, brindando apoyo, tranquilidad y estructura.

  2. Fomentar la comunicación: Anima al niño a expresar sus sentimientos y pensamientos en un ambiente de confianza y apoyo. Puedes utilizar actividades creativas como dibujar, escribir o jugar con muñecos para facilitar la comunicación sobre el trauma de una manera más indirecta si el niño tiene dificultades para hablar directamente sobre ello.

  3. Validar sus emociones: Es importante validar y reconocer las emociones del niño, permitiéndole saber que es normal sentirse asustado, triste, enojado o confundido después de un evento traumático. Ayuda al niño a identificar y etiquetar sus emociones, y asegúrale que sus sentimientos son válidos y comprensibles.

  4. Establecer rutinas y estructura: Las rutinas diarias pueden proporcionar seguridad y estabilidad en la vida del niño. Establece horarios regulares para comer, dormir y realizar actividades, ya que esto puede ayudar a reducir la ansiedad y brindar un sentido de control y previsibilidad.

  5. Evitar la exposición innecesaria al trauma: Evita la exposición repetida al trauma a través de conversaciones o imágenes que puedan reactivar los recuerdos traumáticos del niño. Sin embargo, es importante equilibrar esto con la necesidad de abordar y procesar el evento de manera adecuada con la ayuda de un profesional.

  6. Buscar apoyo profesional: La terapia especializada en trauma infantil, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia de juego, puede ser extremadamente beneficiosa para ayudar a los niños a procesar y superar el estrés postraumático. Un terapeuta capacitado puede trabajar con el niño para desarrollar estrategias de afrontamiento saludables y ayudarlo a reconstruir su sentido de seguridad y bienestar.

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Recuerda que cada niño es único, por lo que es importante adaptar las estrategias de intervención a las necesidades individuales del niño. La guía y el apoyo de profesionales capacitados son fundamentales para ayudar a los niños a superar el estrés postraumático y recuperarse emocionalmente.

Tratamiento para el estrés post traumático en niños es brindado por:

Depresión y/o ansiedad en niños

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La terapia cognitivo-conductual es una forma de terapia que se usa para tratar la ansiedad o la depresión, ayuda a que el niño cambie los pensamientos negativos en una forma de pensar más eficaz y positiva, lo cual conduce a un comportamiento más eficaz. La terapia del comportamiento para tratar la ansiedad puede incluir ayudar a los niños a enfrentar y manejar los síntomas de ansiedad.

La terapia del comportamiento incluye la terapia infantil, la terapia familiar o una combinación de ambas. La escuela también puede ser incluida en el plan de tratamiento. En el caso de los niños muy pequeños, la participación de los padres en el tratamiento es clave.

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El manejo de la depresión y/o ansiedad en niños requiere un enfoque integral que involucre a profesionales de la salud mental, así como el apoyo y comprensión de los cuidadores y el entorno familiar. Aquí hay algunas estrategias generales que pueden ayudar en el manejo de la depresión y/o ansiedad en niños:

  1. Buscar ayuda profesional: Es importante buscar la ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra especializado en el tratamiento de niños. Estos profesionales pueden realizar una evaluación adecuada y brindar el tratamiento y apoyo necesario.

  2. Crear un entorno de apoyo: Los cuidadores y la familia desempeñan un papel crucial en el manejo de la depresión y/o ansiedad en niños. Es importante crear un entorno seguro y de apoyo, fomentando la comunicación abierta y la expresión emocional. Asegúrate de brindar tiempo de calidad, escucha activa y afecto al niño.

  3. Establecer rutinas saludables: Las rutinas regulares y saludables pueden ser beneficiosas para los niños con depresión y/o ansiedad. Esto incluye establecer horarios regulares para dormir, comer y participar en actividades físicas y recreativas. Las rutinas brindan un sentido de estructura y seguridad para el niño.

  4. Fomentar la actividad física y el juego: La actividad física regular y el juego son importantes para el bienestar emocional de los niños. El ejercicio puede liberar endorfinas, mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad. El juego también puede ser terapéutico y ayudar al niño a expresarse y procesar emociones.

  5. Enseñar habilidades de afrontamiento: Ayuda al niño a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables para manejar el estrés, la ansiedad y los pensamientos negativos. Esto puede incluir técnicas de relajación, respiración profunda, visualización positiva y la identificación de pensamientos negativos y su reemplazo por pensamientos más realistas y positivos.

  6. Promover un estilo de vida saludable: Una alimentación equilibrada, dormir lo suficiente y evitar el consumo excesivo de pantallas pueden contribuir al bienestar mental del niño. Asegúrate de que el niño tenga una dieta nutritiva, duerma lo necesario y limite el tiempo frente a pantallas, especialmente antes de dormir.

  7. Brindar apoyo social: Fomenta las relaciones sociales positivas para el niño. Puede ser útil involucrarlo en actividades extracurriculares, clubes o grupos de pares donde pueda interactuar con otros niños y desarrollar amistades.

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Recuerda que cada niño es único, por lo que es importante adaptar las estrategias de manejo a las necesidades individuales del niño. Trabajar en colaboración con un profesional de la salud mental ayudará a diseñar un plan de tratamiento y apoyo específico para el niño en particular.

El manejo para la depresión o la ansiedad en niños es brindada por:

Gestión y expresión emocional en niños

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Dar educación emocional a un niño, es enseñarle a enfrentarse a los problemas que se presentan a la largo de su vida de una manera adecuada. Lo que va a tener beneficios no sólo en la infancia sino también en la edad adulta, adquiriendo herramientas imprescindibles para el bienestar del mismo. La inteligencia emocional consiste en disponer de habilidades que nos sirven tanto para reconocer nuestras emociones como las de los demás y gestionarlas adecuadamente. 

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Una persona con inteligencia emocional tiene confianza en sus propias capacidades y mantiene relaciones satisfactorias con los demás, siempre comunicando adecuadamente lo que piensa y siente a la vez que tienen en cuanta las emociones y sentimientos de los otros. Tiene una autoestima alta, se siente motivado a afrontar desafíos y tiene recursos suficientes para solucionar conflictos.

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La gestión y expresión emocional en niños es una habilidad importante que les ayuda a comprender y manejar sus emociones de manera saludable. Aquí hay algunas estrategias para fomentar la gestión y expresión emocional en los niños:

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  1. Reconocer y validar las emociones: Ayuda a los niños a identificar y etiquetar sus emociones. Enséñales el vocabulario emocional y valida sus sentimientos, haciéndoles saber que todas las emociones son normales y aceptables.

  2. Fomentar la comunicación abierta: Crea un ambiente seguro y de confianza donde los niños se sientan cómodos para expresar sus emociones. Anima a los niños a hablar sobre cómo se sienten y escúchalos de manera activa y sin juzgar.

  3. Modelar la gestión emocional: Los niños aprenden mucho observando cómo los adultos manejan sus propias emociones. Sé un modelo positivo al expresar tus propias emociones de manera saludable y demostrar técnicas de afrontamiento efectivas, como la respiración profunda, el diálogo interno positivo o tomarse un tiempo para calmarse.

  4. Enseñar estrategias de regulación emocional: Ayuda a los niños a desarrollar habilidades para regular sus emociones. Puedes enseñarles técnicas de relajación, como la respiración profunda o el contar hasta diez. También puedes enseñarles a identificar las señales físicas que indican que están experimentando una emoción intensa, y cómo tomar pausas o buscar actividades que los ayuden a calmarse.

  5. Fomentar el juego y la creatividad: El juego y las actividades creativas proporcionan una salida saludable para que los niños expresen y procesen sus emociones. Proporciona materiales artísticos, juguetes y oportunidades para el juego imaginativo, donde puedan representar sus emociones y experiencias.

  6. Promover la empatía: Ayuda a los niños a comprender las emociones de los demás y a desarrollar empatía. Anímalo a que se ponga en el lugar de los demás y a que considere cómo se sentirían en determinadas situaciones. Esto les ayudará a desarrollar habilidades sociales y a establecer relaciones más saludables.

  7. Brindar apoyo emocional: Asegúrate de que los niños se sientan apoyados y amados incondicionalmente. Ofrece consuelo y apoyo cuando están pasando por momentos difíciles, y anímalos a buscar ayuda y hablar sobre sus emociones cuando lo necesiten.

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Recuerda que cada niño es único, por lo que es importante adaptar las estrategias a su edad y nivel de desarrollo. La gestión y expresión emocional son habilidades que se desarrollan con el tiempo y la práctica, por lo que es importante ser paciente y brindar apoyo continuo a los niños a medida que aprenden a manejar sus emociones de manera saludable.

La terapia de gestión y expresión emocional en niños es brindada por:

Habilidades Sociales

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Espacio seguro en donde se incorporan y se practican herramientas para mejorar la relación e interacción social. Así, se pretende que los niños aprendan y practiquen algunas habilidades que facilitaran la interacción con los iguales.

Habitualmente se acompañará de otros pares con la terapia de grupo una vez el niño ya ha adquirido ciertas estrategias y herramientas en la terapia individual. De este modo, la terapia de grupo lo que le permitirá será poner en práctica dichas estrategias en un contexto estructurado.

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El desarrollo de habilidades sociales en niños es fundamental para establecer relaciones saludables y tener éxito en su vida personal y académica. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar a fomentar el desarrollo de habilidades sociales en los niños:

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  1. Modelar habilidades sociales: Los niños aprenden mucho al observar y imitar el comportamiento de los adultos. Sé un modelo positivo al demostrar habilidades sociales, como escuchar activamente, respetar los turnos de conversación, mostrar empatía y ser amable y cortés con los demás.

  2. Enseñar habilidades básicas de comunicación: Ayuda a los niños a desarrollar habilidades de comunicación efectiva. Enseña el saludo, el uso adecuado de palabras de cortesía (por favor, gracias, permiso), cómo iniciar y mantener una conversación, y cómo expresar sus pensamientos y sentimientos de manera clara y respetuosa.

  3. Practicar el juego cooperativo: Fomenta el juego cooperativo y en grupo. Anima a los niños a trabajar juntos, compartir, tomar turnos y resolver conflictos de manera pacífica. El juego en grupo proporciona oportunidades para practicar habilidades sociales, como la colaboración, la negociación y el respeto mutuo.

  4. Enseñar empatía: La empatía es fundamental para las habilidades sociales. Ayuda a los niños a comprender las emociones de los demás y a ponerse en su lugar. Fomenta la empatía mediante preguntas como "¿Cómo crees que se siente?", y ayúdalos a desarrollar la capacidad de reconocer y responder a las emociones de los demás de manera comprensiva y solidaria.

  5. Enseñar resolución de conflictos: Ayuda a los niños a resolver conflictos de manera pacífica y constructiva. Enséñales técnicas de resolución de problemas, como el uso del diálogo, el compromiso y la búsqueda de soluciones mutuamente beneficiosas. Anímalos a expresar sus necesidades y opiniones de manera asertiva, mientras aprenden a escuchar y considerar las perspectivas de los demás.

  6. Fomentar la participación en actividades grupales: Involucra a los niños en actividades grupales, como deportes, clubes o grupos comunitarios. Estas experiencias proporcionan oportunidades para interactuar con otros niños, desarrollar amistades y practicar habilidades sociales en un entorno estructurado y seguro.

  7. Reforzar la autoestima y confianza: Ayuda a los niños a desarrollar una buena autoestima y confianza en sí mismos. Reconoce y elogia sus fortalezas y logros, y bríndales oportunidades para tener éxito en diferentes áreas. Una buena autoestima les permite relacionarse con los demás de manera más segura y positiva.

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Recuerda que el desarrollo de habilidades sociales es un proceso gradual y requiere práctica y apoyo continuo. Sé paciente y brinda oportunidades para que los niños practiquen estas habilidades en diferentes situaciones. Además, asegúrate de adaptar las estrategias a la edad y nivel de desarrollo del niño, ya que las habilidades sociales evolucionan a lo largo del tiempo.

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Consulta de habilidades sociales para niños es brindada por: 
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